Solo me acuerdo de lo bonito. Me acuerdo de lo que quiero acordarme. De ser feliz, por ejemplo; de seguir viviendo, de escuchar lo que me gusta, de abrazarme a quienes amo, incluso en la distancia; de agradecer el aire, mi respiración, el pan en la mesa, el cariño gratis; me acuerdo de mis pensamientos vagos, de mi pasado noble, de mi presente cierto, de mi futuro…ese que creo junto a mi amado y del que me acuerdo, sí, cada segundo.
Hay un paseo permanente en mi mente que me permite acordarme y vivir. Una fotografía que me lleva en un viaje plácido, que me regala los momentos escapados de mi niñez y que atesoro, sin saber, en un rinconcito cálido; un lugar de mi escuela que no recorrí durante el recreo, que quedó pendiente; de la cuerda, el avión, el voleibol, del niño que me gustaba.
Me acuerdo de aquella noche, de aquella estrella, de aquel abrazo de bienvenida, de toda primera vez, de la voz de mis hijos: la de antes, la de ahora, la que me perdí escuchar. Y me acuerdo de sus instantes leves, de sus tareas, del nombre escrito en las etiquetas de sus cuadernos recién forrados para el inicio de un nuevo año escolar, de las veces que nos miramos, de las veces que no lo hicimos. Me acuerdo sobre todo de la ternura de sus voces, del sonido de su amor a los cinco años, a los 14, a los 19, a los 25…a los 30. Me acuerdo de sus vidas como recuerdo eterno.
Solo me acuerdo de lo bonito…
Me acuerdo de la ternura de la niña que a ratos me sorprende con sus cosas, de mis amigos…de los de verdad. Demás de mi piano, de su fragancia de estreno, de primer día, de su sonido prístino, de mi emoción.
También me acuerdo de mi viejo, del que tuve y del que no; me acuerdo de los recuerdos que otros tienen de él y que me comparten amorosamente. Me acuerdo de sus 33 …cuando partió uno y de sus 83 cuando partió el otro.
Me acuerdo de revisar mis heridas, de mi humanidad, de rescatarme del fondo, de caminar firme, de animarme, de sonreír, de crecer. Por otra parte, me acuerdo de la función, del aplauso, del teatro, la agenda, el sueño. Me acuerdo de cada letra, de una alegría y de otra; de los suspiros, de la ilusión, de la esperanza que he sentido en mis recuerdos.
Me acuerdo del poder de cada palabra, de cada pensamiento; de construir, de bendecir, de propiciar, de amar.
Me acuerdo de mí.

Productora teatral • Escritora • Locutora
Me encanta. Como siempre Jorgita dueña de la palabra que describe perfectamente la vida. Gracias. Un abrazo.
Gracias Xiomara querida
Muy bello hermana. Felicidades.
Gracias manita por ser tan consecuente con mis escritos. Te amo