dos-decadas

Dos décadas

by | Oct 22, 2020 | Anecdotario | 0 comments

Inicio > Anecdotario > Dos décadas
Compartir

En esta fotografía que encontré en los álbumes que guarda mi mamá, yo tenía 28 años. Justo la edad que hoy tiene mi hijo mayor. Esa Navidad fue la primera que viví en Acarigua, junto a mis padres, mis hermanos y mi chamito (Jorge).

tenía 28 Justo la edad que hoy tiene mi hijo mayor, dos décadas

Busco las semejanzas de entonces y me comparo con quien soy actualmente; muchas cosas han cambiado y otras se mantienen intactas. Siempre he pensado que la única comparación válida para cualquier mujer es la que hace de ella misma; quién fue y quién es.
Sin mencionar mi cabello oscuro y largo, me recuerdo tan pequeña e indefensa que siento gran emoción al recorrerme en todos estos años de crecimiento. En poco más de dos décadas pasé de ser la niña buena que todos querían a la mujer con carácter que muchos admiran y respetan. La inversión en seriedad, compromiso de trabajo y rectitud ha sido incalculable y ha valido la pena. Cuido mi nombre como mi bien preciado. El de más valor.
He visitado todos los espacios de mi Ser en los que había dudas para aclararlas. Claro que sigo teniendo tropiezos y decepciones pero ello no ha quebrantado mi alma soñadora ni mi apuesta al Amor. Ahora puedo manejar esas decepciones sin drama y como una situación normal de esta vida que sucede en mí y que se manifiesta día a día.

no ha quebrantado mi alma, dos decadas
Tengo más edad y con ella una belleza distinta. Alguien muy amado me decía que es un error pensar que con el tiempo las cosas se marchitan cuando simplemente se transforman en otra forma de hermosura. Y es lo que siento: mi belleza alcanzó niveles distintos y la cultivo desde adentro, literalmente, pues llevo una dieta sana y unas costumbres rigurosas respecto a lo que sale de mi boca. Sigo apostando a la risa, a la alegría, a mi desatada femineidad y a la sensualidad que todas guardamos celosamente para derrochar ante seres especiales.
He prosperado en logros materiales y espirituales. Vivo con modestia pero dentro de la abundancia que supone el éxito. Me resisto al quiebre de la dignidad humana y respeto las parcelas privadas de conciencia de cada quien. El juicio no es mi plan.
Dos décadas… Emocionante paseo.

Compartir

0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *







Entradas relacionadas

¡Recibe las últimas noticias directamente en tu correo electrónico!